"Somos responsables por lo que nos espera en el futuro. Por lo tanto, es nuestro deber el no profesar el mal, sino el luchar por un mundo mejor." (Karl Popper)
Hubo una época en que los evangélicos pensaban que Jesucristo volvería a la tierra sólo después de mil años de paz y armonía en el mundo. Esto era una gran motivación para que los creyentes participaran activamente en buscar la realización de esta visión en la sociedad. Los evangélicos eran optimistas naturales. A esto se le llama postmilenalismo.
Surgieron nuevos líderes dentro de esta religión que promovieron una nueva perspectiva. Después de una profunda metástasis ideológica, ahora creen que tendremos mil años de paz y armonía, solo después de la segunda venida del mesías. Además, una señal de que la segunda venida es inminente es un mundo decadente, sumido en la oscuridad y la desesperanza. Los evangélicos se convirtieron en pesimistas naturales. A esto se le llama premilenialismo.
¿Será posible que esta nueva perspectiva motive ahora a algunos creyentes a participar activamente en buscar la realización de la nueva visión apocalíptica premilenialista?
Debido a esta cuestión, el hecho de que en tiempos recientes la comunidad evangélica, y los conservadores religiosos en general, apoyen a líderes populistas nefastos, pudiera resultar sumamente problemático. Porque desde esta perspectiva religiosa, el buscar la cooperación global para hacer frente a los mayores retos de la humanidad en el siglo 21, pudiera parecer absurdo. ¿Detener el calentamiento global? ¿regular las nuevas tecnologías de redes sociales, la ingeniería genética, la desigualdad social, la concentracion de la riqueza? ¿para qué? El Mundo ya está perdido. Pronto vendrá el mesías a salvarnos. De acuerdo al premilenialismo, el apocalipsis no solo es inevitable, también es necesario.
En esta publicación comparto la primera parte del episodio "Apocalypse Now"del podcast "Throughline":
Por: Throughline
Para muchos en EEUU las palabras cristiano evangélico se ha convertido en una referencia abreviada de los votadores que son cristianos, republicanos y blancos. Los evangélicos tienen tres características básicas: 1) toman a la biblia como una revelación literal de la palabra de Dios a la humanidad; 2) creen en un despertar espiritual, o en un renacimiento espiritual; 3) se toman la evangelización y reclutamiento de nuevos fieles muy en serio. Este grupo ha tenido una influencia política importante por lo menos desde que Jimmy Carter fue elegido presidente en 1976 ─él mismo era evangélico.
Según una encuesta de Gallup del 2018, el 36% de la población en EEUU se identifican como cristianos evangélicos. Según otra encuesta de PWE Research Center en el 2016, el 81% de los evangélicos votaron por Trump para presidente. Los evangélicos blancos conforman una sección demográfica enorme en el partido republicano, y Trump puede acreditar su victoria en las elecciones para presidente, en gran parte, a la abrumadora participación de este grupo en las votaciones.
¿Cómo se convirtió este grupo religioso en una fuerza tan poderosa en la política de los EEUU hoy en día?
A principio del sigo 19 un joven ministro anglicano llamado John Nelson Darby predicaba el evangelio en Irlanda. Este joven ministro estaba inconforme con varios aspectos de su religión cristiana así que creó su propia interpretación de la biblia y aún más importante, de la teología. La mayoría de los cristianos en ese tiempo creían que Jesucristo traería el final de los tiempos después de que el mundo experimentara mil años de paz. A esta idea se le llamaba postmilenalismo. Darby invirtió esta idea. De acuerdo a su interpretación de la biblia, Jesucristo regresaría antes de este periodo de mil años de paz. Esta idea se conoce como premilenialismo. Esta visión nos dice que la llegada del cristo es inminente; y que nos dirigimos hacia una batalla final horrífica del apocalipsis. Darby pronosticó que el mundo seguiría empeorando hasta la llegada de este apocalipsis, así que no tendría ningún sentido el tener esperanza y el trabajar para lograr la paz mundial. Darby predijo que uno de las señales de la llegada de Jesucristo sería el retorno de los judíos a Palestina, y la restauración de la nación de Israel. Recuerden que esto ocurrió a principios del siglo 19, así que Israel todavía no estaba en el mapa. A raíz de esto, los protestantes evangélicos se convirtieron en sionistas empedernidos. Ellos abogaron por la creación de un nuevo estado judío en Israel y el regreso de los judíos a Palestina. Otra señal de la inminente llegada del mesías sería que el mundo se convertiría en un infierno, lleno de miseria y sufrimiento, culminando en algo que Darby llamó “the rapture”. Esta es la idea de que Jesús se llevará a todos los cristianos de la tierra. Solamente los va a desaparecer en un espacio nebuloso hasta que regrese para derrotar al mal y pelear contra el anticristo.
El historiador Randall Balmer llama a esta forma de pensar: la ideología de la desesperanza. Porque nos dice que no hay nada que podamos hacer para lograr que el mundo sea un lugar mejor. Lo único que podemos hacer es poner nuestra casa en orden, tratar de atraer a la mayor cantidad de personas posible dentro de nuestro círculo ─esto quiere decir convertirlos o evangelizarlos─ y después esperar a que Jesús venga y arregle todo.
Las filosofías del fin de los tiempos no son nada nuevo. Casi todas las generaciones desde el nacimiento del cristianismo tenían un grupo de personas que creían que el final estaba cerca ─y todos desaparecieron cuando el mundo no terminó como lo decían sus profecías─ Estas filosofías ayudaban a las personas comunes y corrientes dar sentido al mundo cuando las cosas no salían como quisieran. Darby viajó a los EEUU y predicó su interpretación de la biblia. No tuvo mucho éxito al principio, pero planto las semillas que darían frutos tiempo después. Su visión apocalíptica no tuvo éxito en parte porque EEUU estaba pasando por una época de prosperidad y la gente en general tenía esperanza en el futuro. La mayoría eran protestantes y no había una clara separación de los evangélicos. La única clara división era entre protestantes y católicos. El movimiento protestante “The Second Great Awakening” impulsó a muchas personas a involucrarse en sus comunidades para intentar moldearlas según sus propios ideales. Este movimiento tenía una visión progresiva de esperanza, y motivaba a los cristianos a través de la fe a involucrarse en la sociedad.
En este contexto llegó Darby con sus ideas pesimistas y fatalistas:
“En vez de tener la esperanza de un continuo progreso del bien, debemos esperar el avance del mal. Debemos esperar el mal hasta que sea tan flagrante que sea necesario que el señor lo juzgue”.
Sus ideas no despegaron, sin embargo, siguió insistiendo:
“Miren todos los problemas laborales; los problemas de la rápida industrialización; la urbanización de la sociedad; el flujo de inmigrantes no protestantes…”
El problema más grave de todos, el problema de la esclavitud, llevó a la guerra civil. La muerte y destrucción de la guerra tuvo un profundo impacto en toda la nación. Fue tan sangrienta y devastadora que, para muchos evangélicos, especialmente los blancos del sur, el mundo parecía estar en ruinas. De repente, la visión premilenialista de Darby empezó a tener sentido. Así que justo después de la Guerra Civil, esta visión de un mundo oscuro, decadente, lleno de desesperación, y la idea de que los evangélicos deberían desincorporarse para esperar el regreso de Jesús, empieza a aumentar en popularidad. Para cuando Darby muere en 1882, su visión ya se estaba convirtiendo en un movimiento. Pero no todos los evangélicos estaban de acuerdo en todos los temas especialmente en el tema del racismo.
Todas y cada una de las denominaciones cristianas de dividieron en el tema del racismo y la esclavitud. Los bautistas se dividieron. Los metodistas se dividieron. Los presbiterianos se dividieron. Todos se dividieron en la pregunta sobre la esclavitud: ¿Puedes tener esclavos y ser cristiano? Incluso en esta división los blancos que estaban a favor de la abolición de la esclavitud, estaban a favor de liberar a los esclavos, pero no de integrarlos como iguales. Querían libertad para los negros, pero no su amistad.
La nación estaba totalmente segregada. Y fueron los evangélicos del sur los que nunca se arrepintieron de tener esclavos. De hecho, fueron ellos los que se levantaron en armas para defender la esclavitud en el sur. Y es esta iglesia la que se convierte ─la iglesia evangélica del sur─ en el corazón del movimiento de segregación en la era de Jim Crow. Esto desencadenó 90 años de terror para la gente de color hasta que se aprobaron los derechos civiles y la igualdad ante la ley para las minorías étnicas gracias a movimientos sociales entre 1955 y 1969.
Los evangélicos blancos tenían muchas diferencias que resolver entre ellos. Muchos no estaban de acuerdo con la ideología de Darby. De hecho, la gente que sí estaba de acuerdo eran considerados “radicales”. Y los “liberales” tendían a no estar de acuerdo en muchos otros temas además de la teología. El mundo estaba cambiando rápidamente y hubo mucho debate sobre si los evangélicos deberían seguir involucrados en sus comunidades para cambiarlas o si deberían retirarse. Esta batalla se decidiría en el transcurso del próximo siglo.
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