Existen ocho niveles principales de categorización taxonómica para la clasificación biológica y el estudio de las especies. Los seres humanos tenemos nuestro lugar en esta clasificación junto con todos los demás seres vivos. El género homo (del latín homo, 'hombre', 'humano') incluye a varias especies diferentes de humanos, todos extintos, excepto Homo sapiens. Sabemos que otras especies de humanos existieron gracias a los restos fósiles que han sido descubiertos en todo el mundo. El estudio de estos restos nos dice que hace 6 o 7 millones de años compartíamos un ancestro en común con los chimpancés; hace 2 millones de años apareció en África el primer humano; hace 200 mil años apareció el primer Homo sapiens, y hace apenas 20 o 30 mil años, varias especies diferentes de humanos coexistieron en el planeta. No conocemos la historia completa, pero estos fragmentos son lo mejor que tenemos hasta ahora sobre los antepasados del ser humano.
A continuación les comparto un extracto del capítulo 6 del libro Origin Story del historiador David Christian.
Por: David Christian
Pertenecemos al orden de los mamíferos primates, el cual incluye a los lémures, los monos, y a los grandes simios. Los primates tienen cerebros excepcionalmente grandes. Sus cerebros son inusualmente grandes comparados con el resto de su cuerpo, y la capa frontal superior, el neocórtex, es enorme. Los humanos son excepcionales por el gran número de neuronas corticales. Tienen aproximadamente 15 mil millones, o más del doble que los chimpancés. Un cerebro grande quiere decir que los primates son unos magos a la hora de adquirir, almacenar, y usar información sobre sus alrededores. Los primeros primates evolucionaron probablemente antes de que los dinosaurios desaparecieran. Nosotros pertenecemos al grupo de los primates grandes sin cola llamados simios. Los simios evolucionaron hace aproximadamente 30 millones de años, y florecieron y se diversificaron en África y Eurasia hace 20 millones de años. Los grandes simios (o homínidos) incluyen hoy a los orangutanes, los gorilas, y a los chimpancés, así como también a los humanos. Comparaciones genéticas demuestran que los humanos, los gorilas y los chimpancés compartieron un ancestro en común hace aproximadamente 8 millones de años. En ese punto los ancestros de los gorilas modernos se separaron. Los humanos y los chimpancés comparten un ancestro en común de hace 6 o 7 millones de años. En otras palabras, en algún lugar de África hace 6 o 7 millones de años, existió una criatura de la que somos descendientes todos los humanos y los chimpancés modernos. Los humanos y chimpancés modernos todavía compartimos el 96 por ciento de nuestro código genético.
Todas las especies del lado de los humanos en la división evolutiva entre humanos y chimpancés se les conoce como homininos. Hoy en día somos la única especie sobreviviente de homininos. Eso es inusual, porque hasta hace tan poco como 20 o 30 mil años, varias especies de homininos atravesaban las sabanas de África y Eurasia al mismo tiempo.
En 1974, en Etiopía, Donald Johanson descubrió un resto esquelético de otra especie australopitecina, australopitecus afarensis. El esqueleto fue nombrado Lucy y fechado de hace 3.2 millones de años. Se han encontrado otros restos australopitecinos de hace casi 4 millones de años. Desde entonces se han encontrado otras especies tempranas de homininos fechados entre 4 y 6 millones de años (Ardipithecus y Orrorin tugenensis). Tenemos tan pocos restos de nuestros ancestros homininos que un solo descubrimiento nuevo pudiera cambiar la historia radicalmente. Nuestro entendimiento de la historia temprana de los homininos todavía es muy vaga, pero partes de la historia se están esclareciendo.
Los primeros restos que fueron clasificados dentro de nuestro género Homo, pertenecen a una especie conocida como Homo habilis, que vivió en África hace aproximadamente entre 1.5 y 2.5 millones de años. Hace dos millones de años, al inicio del pleistoceno, encontramos especies de homininos que eran más grandes, tenían cerebros grandes, fabricaban herramientas sofisticadas, y eran capaces de sobrevivir en diferentes tipos de ecosistemas. Homo erectus fue probablemente la primera especie de hominino que vivió en grupos que unió a mas de cincuenta individuos. Homo erectus era más alto que Homo abilis, algunos tan altos como los humanos modernos. También hicieron herramientas de piedras más sofisticadas lo cual le pudo haber permitido incrementar su consumo de carne, un recurso vital para alimentar sus cerebros en desarrollo. Ellos aprendieron a usar el fuego, lo cual les permitió acceder a una enorme fuente energía nueva.
En el último millón de años, la evolución de los homininos se aceleró. Hace alrededor de 600 mil años, aparecen nuevas especies en el récord fósil, con cerebros y cuerpos cada vez más parecidos al hombre moderno. Hay debates complejos sobre cuantas especies diferentes de homininos existían hace medio millón de años. Sabemos que eran muchas. Pero aún más importante era el hecho de que los homininos empezaron a aparecer en Europa durante la era de hielo, y en el norte de Asia. Ecosistemas que eran muy diferentes a la sabana africana y que requerían nuevas habilidades y tecnologías.
Sin embargo, los cambios realmente espectaculares empezaron apenas hace 200 o 300 mil años, cuando apareció nuestra propia especie, el Homo sapiens.
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